La función del #diseño es dejar que el #diseño funcione ― Micha Cammeren
La función del #diseño es dejar que el #diseño funcione ― Micha Cammeren
Una pequeña gran familia dedicada al marketing digital, Cyberclick tiene situadas sus oficinas en el World Trade Center de Barcelona, en pleno Moll de la Fusta, con unas magníficas vistas al mar.
En un primer momento se nos pidió que se les acompañase a ver nuevos locales para comprobar si en esos espacios se podía dar cabida a la cantidad de gente que se necesitaba. Sin embargo, finalmente decidieron quedarse en el World Trade Center pero reduciendo el espacio a 261 metros cuadrados, ya que la empresa con la que lo compartían decidió marcharse.
El WTC es un edificio que cuenta con un sistema modular: una serie de guías tanto en el suelo como en el techo que permite modificar los espacios fácilmente. Esto convirtió a Cyberclick en un proyecto completamente diferente, ya que en la mayoría de proyectos se busca ocupar más espacio y ser más grandes. El caso de Cyberclick era el contrario.
El reto era optimizar al máximo el espacio, que lo mismo que tenían ocupase menos espacio y que todo fuera más funcional. Además debía ser una propuesta que gustase a todos los trabajadores y les animará a no dejar las oficinas del WTC.
Lo primero que hicimos fue desmontar tres de las cinco salas de reuniones que tenían, de cristal con una periferia metálica color plata. Daban al mar y creaban un largo pasillo que generaba sensación de ahogo, además de suponer un “obstáculo” que hacía perder la percepción de entrada de luz natural.
Únicamente dejamos la sala más grande, que estaba situada en la zona central. De esta forma también nos permitía crear una separación entre la zona de trabajo y el nuevo espacio de zona polivalente y comedor.
Las mamparas que se retiraron se reaprovecharon para crear nuevas salas más pequeñas en otros puntos de la oficina. Una se ubicó en la antigua zona de espera, frente a la sala central, mientras que redujimos notablemente otra situada en la entrada.
Para la nueva zona de espera diseñamos un QBox pensado para reuniones de carácter más informal. A cada lado se adosaron unos bancos en los que pueden esperar clientes.
Para aumentar la privacidad y la comodidad, se utilizaron materiales absorbentes en su interior que reducen la cantidad de ruido.
Junto al Qbox, las dos zonas en los que se centró la reforma fue en la creación de un comedor -que antes estaba confinada en una sala de reuniones casi “inexistente”- y un espacio polivalente que les sirviera para dar cursos de formación o conferencias.
Para ello, se recurrió al rojo, color corporativo de Cyberclick, y al gris, color del WTC, procurando que los elementos nuevos no resaltaran excesivamente sobre los antiguos.
Este espacio polivalente se situó donde antes estaban las salas que desmontamos. Para conseguir la polivalencia, diseñamos unas mesas abatibles, en forma de tótem que cuando no se usan quedan ocultas en la pared sin ocupar el más mínimo espacio, dejando la sala completamente abierta.
También se añadió un sofá con forma orgánica, en referencia al mar, cuyo uso es compartido tanto por la zona de formación como para la zona de comedor. Cerrando el conjunto, una hilera de mesas blancas para comer mirando hacía el mar, contrastando con la zona oscura en la que comían antes. Al otro lado se colocó un office, una barra alta y un futbolín.
Cyberclick resultó ser un ejercicio muy interesante en el que nos vimos obligadas a trabajar en la dirección contraria a la habitual, con la optimización del espacio y de la inversión por encima de todo. Un reto diferente y tremendamente satisfactorio.